Parece que tardaban mucho en llegar pero ya están aquí, esas
grandes tormentas de verano que consiguen refrescar un día asfixiante y
alegrarte el día. Ayer me toco a mi y es que cuando llego la hora de volver a
casa una tormenta empezó a caer, y se produjo ese momento mágico. La ciudad en
una oscuridad casi completa, tú solo andando por las calles, y el sonido de la
lluvia inundándolo todo. Ir por la calle casi bailando bajo una tormenta,
viendo una ciudad completamente diferente iluminada por el resplandor de los
rayos.
Como ya digo a mi es algo que me encanta, creo que a la gente que vi
escondida en escaparates o debajo de cornisas de edificios no, pero bueno
simplemente no saben disfrutarlo. Llegas a casa empapado pero no importa, es
verano y te has quitado cinco días de 35 grados, si sois propensos a las pulmonías
no os voy a invitar tampoco a que salgáis a la calle a bailar bajo la lluvia.
Pero
sino tenéis ningún problema con las pulmonías salir a la calle, esos momentos
son los que la gente no sabe apreciar, y una ciudad iluminada por la luz de los
rayos mientras cae una tormenta a mi me parece un momento que tendría que
atraer a todo el mundo a la calle. Cosa que no pasa aunque aun no se porque,
supongo que será motivo de estudio cuando me aburra.
Algo que últimamente se ha
vuelto algo normal, como siempre digo a una persona con insomnio e
hiperactividad es difícil entretenerla y conseguir que no se aburra. Y que todo
el mundo vaya hasta las cejas de red bull para seguir mi ritmo no lo considero
una opción.
Pero bueno resumiendo, aprender a disfrutar de esos pequeños
momentos que son únicos, existen muchas cosas increíbles a las cuales no les
prestamos atención. Disfruta de tu ciudad iluminada de por los rayos, si tienes
suerte tu ciudad estará cubierta por una tormenta, y entonces solo esta en tu
mano como actuar.
Yo te digo que adelante.
Agur!HasTa mañana
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