miércoles, 6 de febrero de 2013

Escúchame


Llega el momento en el que todos necesitamos ser escuchados, ya sea para descubrir la cura para una enfermedad o para decir la mayor tontería del mundo, se agradece algo de iniciativa por las personas para crear el silencio necesario para ser escuchados. El día infernal ha terminado y el contador de horas en la universidad ha ascendido a 13 horas, unas horas muy lógicas para un horario universitario. Pensándolo tranquilamente pongamos 13 horas en la universidad, un mortal normal necesita 8 horas de sueño, llevamos ya 21 horas de 24, pongamos 1 hora para ver la tele y perder el tiempo, otra hora para comer, y en el último segundo mientras tragas tu desayuno te giras y sin darte cuenta vuelves a estar en la universidad.

Supongo que nunca nos harán caso y vamos a estar puteados los cuatro meses que nos quedan por delante, así que tocara aguantar y sobrevivir cual zombies dando vueltas o como me gusta a mi llamarlo pululando por el campus. Mañana al menos solo tengo una hora de clase, así que teóricamente voy a pasar más tiempo mirando por la ventana del autobús que aprendiendo en clase, un minuto de silencio para un efusivo aplauso al decano de la UPV.

Con ganas de que llegue el viernes para que nos e vaya el 52% del día en una universidad perdiendo el tiempo, la fiesta tendrá que servirnos para olvidar cada fin de semana el sufrimiento anterior o sino dejaríamos la universidad en oleadas.

Agur!HasTa mañana

Recomendación musical del día:

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