lunes, 19 de agosto de 2013

Finales

Casi siempre nos precipitamos y le damos toda la importancia a los comienzos de las cosas, y nos creamos un fortín alrededor del argumento de que si algo empieza mal terminara de la misma forma. Pero personalmente me encantan las cosas desastrosas, las cosas sin sentido, y que pese a no tener ningún encanto de perfección ni de ser situaciones idílicas, tienen un encanto especial y único.

Está bien cuando algo empieza bien pero también puede ser un engaña bobos y que ese bien sea tan efímero como un suspiro, y por el contrario algo que comience de forma horrible puede terminar siendo la mayor celebración vista en el universo. Imagino que serán diferentes formas de ver las cosas y que irán muy ligadas a la personalidad de cada persona, y a como cada persona lucha por lo que quiere y si le gustan las cosas fáciles o complicadas y enrevesadas.

Yo para bien o para mal soy de los segundos así que dejo las cosas fáciles para otra gente y dejar para mí las locuras sin pies ni cabeza, ya que es mucho más gratificante cuando consigues sacar algo de la nada y convertirlo en un momento increíble.

Agur!HasTa mañana


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