En fin parece que muy a mi pesar el calor sofocante y esas
eternas horas en las que la tierra parece un rinconcito más del infierno ha
llegado. A la gente le encanta el sol, el calor y todas esas cosas así que
supongo que la gente estará encantada con el cambio.
Pero cuando los sofocantes
días lleguen y estar en la calle se convierta en un ejercicio de supervivencia seguro
que se acuerdan de esos días fríos de inviernos. La verdad que el cerebro ahora
mismo no me da para demasiado por el calor que tengo encima pero bueno otro día,
otro post.
Que hacer cuando hace calor, pues esperar a que se haga de noche con
la esperanza de que por la noche no haga tanto calor. Aburrirte mientras las
horas pasan, mudarte a la nevera, construir un iglú y esmerarte en que no se
derrita. Aunque parece que hasta dentro de un par de meses vamos a tener que
soportar este calor tan “agradable”.
Con la esperanza de que mañana caiga una
tormenta o algo y refresque un poco lo dejo hoy por aquí, nos vemos en próximas
sombras porque al sol no hay quien aguante.
Agur!HasTa mañana
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