Han pasado 8 horas desde que has salido de casa y la falsa
esperanza de que tu jornada laboral haya terminado aparece tras la esquina,
pero un profesor con planes maléficos aparece en el mismo momento y acabas
pasando 12 horas en la universidad. Llegado el caso creo que podemos montar un motín
y empezar una revolución de las aulas hacia afuera, da mucho por saco estar
varios días tantas horas en la universidad porque lo que vuelve a casa no eres
tu es un trozo inerte y sin vida que parece ser tú. Me declaro en huelga
cerebral hasta nuevo aviso, a la espera de una mejora de horarios vacaciones o
una extinción de los trabajos y los horarios esclavistas de la universidad.
Agur!HasTa mañana
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